February 26, 2013 | Univision | Articulo original

Obama, McCain y Graham hablan de reforma migratoria

La renión se celebró a puertas cerradas en la Casa Blanca


El presidente Barack Obama y los senadores republicanos John McCain (Arizona) y Lindsey Graham (Carolina del Sur) se reunieron el martes para hablar de la reforma migratoria.

McCain y Graham integran el grupo bilartidista del Senado que redacta una reforma migratoria que, de ser aprobada, incluiría una dura vía hacia la ciudadanía para miles de indocumentados.

El 28 de enero el grupo de los ocho, integrado además por los republicanos Marco Rubio (Florida) y Jeff Flake (Arizona), y los demócratas Charles Schumer (Nueva York), Dick Durbin (Illinois), Robert Menéndez (Nueva Jersey) y Michael Bennet (Colorado), entregaron los principios de un plan de reforma migratoria basado en cuatro ejes: seguridad fronteriza, camino a la ciudadanía, verificación de empleo e inmigración legal.

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El encuentro entre Obama y McCain fue el primero desde un encuentro privado celebrado en 2009 tras la elección presidencial cuando el mandatario fue electo para un primer período.

El senador de Arizona dijo luego del encuentro que la reunión fue “excelente”, reportó desde Washongton la periodista Lourdes Meluzá, corresponsal del Noticiero Univision.

El tema de inmigración fue importante, aunque discutieron una variedad de asuntos, agregó.

Graham dijo que la reunión había sido una de las mejores que ha tenido con el presidente. 



El plan bipartidista

El camino a la ciudadanía incluido en el plan del grupo de los ocho, que podría ser entregado al Comité Judicial del Senado la tercera semana de marzo, señala que antes de ser activado primero debe certificarse la seguridad en la frontera. Una vez cumplido este requisito, podrán calificar aquellos indocumentados que llevan tiempo en el país, pagan impuestos, cancelen una multa y carezcan de antecedentes criminales.

Quiens pasen la verificación de antecedentes penales entrarán en un estado de no inmigrante que pudiera dilatar 10 años, al término de los cuales podrán pedir la residencia permanente que en la actualidad, en algunos casos, demora 23 años. Cinco años más tarde podrán pedir la ciudadanía.

Obama recomienda certificar desde ya la seguridad fronteriza y simultáneamente abrir el camino a la ciudadanía sin que el indocumentado entre en un estado de no inmigrante. El plan de la Casa Blanca recomienda una espera de ocho años para recibir la tarjeta verde o green card.

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, dijo sobre la reunión de que “los republicnos quieren ver si el presidente está serio, que quieren una victoria y no un asunto politico. Y el presidente quiere ver si los republicnos pueden atraer el apoyo de sus colegas repbulvianos”.

Para el estratega demópcrata Estuardo Rodriguez, “es muy importante que el presidente se reúna con los lidres del partido republicano, que historicamente avanzaron el tema de una reforma migratoria con McCain y Graham”.

El portavoz del senador Rubio, otro del grupo de los ocho, dijo que “Nos alegra que los Senadores McCain y Graham se reúnan con el Presidente. Hay grandes diferencias entre el plan del Presidente y la estrategia bipartidista del Senado, así que este tipo de discusión es constructivO".

Encuentro con demócratas

El pasado 13 de febrero Obama se reunió con los cuatro senadores del grupo de los ocho para discutir sobre el tema.

El portavoz de la Casa Blanca dijo que la idea de esta reunión había surgido de la conversación de presidente con el senador McCain en días pasados. Agregó que el mandatario tiene esperanza de poder trabajar con los republicanos sobre la reforma mitratoria.

Obama ha advertido que si el Congreso no debate la reforma migratoria en un tiempo prudente, él enviará al legislativo un proyecto de ley que incluirá una vía de legalización para millones de indocumentados.

En Estados Unidos viven 11 millones de indocumentados en estera de una oportunidad para legalizar sus permanencias.

En la víspera del encuentro un colaborador de McCain dijo que el encuentro iría más allá de la inmigración y podría incluir los $85 mil millones en recortes al gasto del Gobierno que afectarán a los programas nacionales y al Pentágono a menos que se alcance un acuerdo de último minuto, reportó la agencia Reuters.

Simultáneamente a los esfuerzos realizadpos en el Senado para redactar un plan de reforma migratoria, un grupo bipartidista de la Cámara de Representantes elabora en privado un proyecto que también sería presentado en marzo.

Legisladores de la Cámara han dicho que esperarán a que primero tome una decisión el Senado. De aprobarse dos versiones distintas, la presidencia del Congreso convocará al Comité de Conferencia para que armonice ambos planes.

Obama ha dicho en reiteradas ocasiones que si el Congreso aprueba la reforma migratoria, el la promulgará de inmediato.

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