May 10, 2011 | Univision | Articulo original

Obama defendió a los indocumentados y pidió presionar al Congreso por una reforma


El presidente Barack Obama reiteró el martes en El Paso, Texas, la necesidad de que el Congreso debata y apruebe una reforma migratoria que permita a miles de inmigrantes indocumentados regularizar sus permanencias en Estados Unidos. Pero no aportó un plan específico y fechas para la elaboración de un calendario de debate, situación que mantiene inquietos y alarmados a millones de inmigrantes en todo el país.

Los inmigrantes “han ayudado a hacer que este país sea más sólido y más próspero”, dijo el presidente Barack Obama, al tiempo que reconoció que en Washington no están dadas las condiciones para un debate inmediato, pero prometió no abandonar una batalla que lleva librando desde 2008, cuando prometió una reforma en el primer año de su mandato, oferta que no ha podido llevar a buen término.

El discurso, anunciado por la Casa Blanca desde el viernes de la semana pasada a través de la red social Twitter, acaparó la atención de defensores y detractores, una iniciativa que en los últimos seis años ha sido debatida al menos en seis ocasiones por el Congreso sin el apoyo bipartidista necesario para aprobarla.

El discurso fue pronunciado el mismo día que en Texas entró en vigor una ley antiinmigrante inspirada en la polémica ley SB1070 de Arizona, que entre otras medidas otorga poderes extraordinarios a las policías para detener a individuos que se sospeche se encuentran indocumentados en el país.

Apoyo al Dream Act

Obama recordó, al inicio del discurso, la promesa hecha la semana pasada en Miami donde dijo que volverá a empujar el debate del Dream Act, una iniciativa que forma parte del paquete de reforma migratoria y que, de ser aprobado, daría residencia a cerca de un millón de estudiantes sin papeles.

Resaltó que muchos jóvenes que califican para el Dream Act entraron a Estados Unidos siendo niños acompañando a sus padres, y que muchos tienen un legado de esfuerzo y dedicación y merecen ser una vía de legalización.

El mandatario recordó que Estados Unidos es una nación de inmigrantes y que debe seguir dándole la bienvenida a aquellos que están dispuestos a aceptar los preceptos de la nación, y reconoció el valioso aporte que la comunidad inmigrante ha hecho a Estados Unidos durante décadas.

“Este flujo de inmigrantes ha ayudado a hacer que este país sea más sólido y más próspero”, dijo Obama. “Podemos señalar el genio de Einstein y los diseños de I. M. Pei, los relatos de Isaac Asimov y los sectores industriales enteramente desarrollados por Andrew Carnegie (…)  Y también me vienen a la mente las ceremonias de naturalización que hemos tenido en la Casa Blanca para miembros de las Fuerzas Armadas, las cuales han sido muy inspiradoras”, agregó.

“No importa de dónde vienes; lo que importa es que creas en los ideales de nuestra fundación; que creas que todos nosotros somos iguales y merecemos la libertad de ir en pos de la felicidad. Que al adoptar a Estados Unidos, puedes ser estadounidense. Y eso nos enriquece a todos”, subrayó el mandatario.

Guerra de posturas

Tras explicar los logros alcanzados por su administración en materia de seguridad fronteriza, Obama citó que algunas veces “ha habido temor y resentimiento hacia los recién llegados, particularmente durante períodos de dificultad económica. Y ya que estos asuntos están relacionados con convicciones muy arraigadas –sobre quiénes somos como pueblo, sobre lo que significa ser estadounidense– estos debates a menudo suscitan emociones fuertes”.

“Es por eso que se nos ha hecho difícil reformar nuestro ineficaz sistema de inmigración”, apuntó. “Cuando un asunto es tan complejo y suscita emociones tan fuertes, es más fácil para los políticos posponer el problema hasta las próximas elecciones. Y siempre hay más elecciones. Por eso hemos visto muchas acusaciones y politiquería y retórica mordaz”.

Añadió que “hemos  visto que esfuerzos de buena fe de parte de líderes han sucumbido a las acostumbradas manipulaciones de Washington. Y mientras tanto, hemos visto las consecuencias cada vez mayores de décadas de inacción”.

Tras la primera reunión celebrada en la Casa Blanca el 19 de abril, los republicanos declararon que no apoyarán ninguna medida que “huela” a amnistía y rechazaron todo por aprobar una reforma migratoria bajo los términos señalados por la Casa Blanca.

Según reportes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) , en Estados Unidos viven 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos originarios de América Latina.  “Algunos cruzaron la frontera ilegalmente. Otros evitaron las leyes de inmigración al permanecer aquí después del vencimiento de su visa”, dijo Obama.

Y apuntó que “independientemente de cómo vinieron, la gran mayoría de estas personas simplemente está tratando de ganarse la vida y mantener a su familia. Pero han trasgredido las normas y se han colado en la fila. Y lo cierto es que la presencia de tantos inmigrantes ilegales es una burla para todos aquellos que están tratando de inmigrar legalmente”.

“No dijo nada concreto”


El optimismo de Obama, sin embargo, fue recibido con cautela por loa comunidad inmigrante hispana. “Es importante y notable ver que el Presidente se esté involucrando más con el tema, pero no dijo nada concreto”, dijo a Univision.com Vanessa Cárdenas, directora del Center for American Progress.

Agregó que un punto favorable del discurso lo constituyó la lista de logros alcanzados por la administración en los dos últimos años en la frontera en materia de seguridad, metas que habían sido fijadas conjuntamente con los republicanos.

“Ya están llenos todos los puntos de referencia que la  oposición quería llenar. Se hicieron, Ahora debemos movernos para hablar de una reforma migratoria comprensiva”, agregó.

En otra parte de su discurso, Obama instó al Congreso a abrir una vía de legalización bajo el argumento que la medida beneficiará a la economía de Estados Unidos.

Indicó que la reforma migratoria es "un imperativo económico" y que mediante ella “no habrá una inmensa economía subyacente que explote una mano de obra barata al tiempo que abarata los sueldos de todos los demás".

Muchas gracias, pero…


En cuanto a la invitación al pueblo estadounidense de participar en el debate por la reforma migratoria, Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA), dijo que “siempre es bienvenida una invitación a ser parte de la lucha por la justicia del inmigrante y la reforma migratoria y es correcto que los republicanos se están oponiendo a nuestros sueños. Sin embargo, realmente lo que queremos es ver una acción ejecutiva a favor de la comunidad inmigrante”, agregó, en referencia a un pedido hecho por decenas de organizaciones para que la Administración detenga las redadas.

“Sentimos que nunca vamos a rechazar una exposición a favor de la comunidad inmigrante (…) Pero está claro que nosotros, las organizaciones, esperamos más que otro discurso a nuestro favor. Necesitamos acción a favor de las familias que se están desintegrando, a favor de los campesinos y d elos trabajadores”, agregó.

CHIRLA reiteró que en los dos últimos años han sido deportados casi un millón de indocumentados, cifra récord en la historia, y que entre seis y siete de cada 10 carece de antecedentes criminales serios que convierta a los individuos afectados en una amenaza seria para la seguridad nacional.

“Compartimos el “Sí se puede” dicho por el Presidente”, comentó Salas, “pero queremos que sea sí se pueden parar blas deportaciones masivas de inmigrantes al tiempo que sí se puede debatir y aprobar en el Congreso la reforma migratoria”.

“Muchas gracias por ese lindo discurso, pero queremos hechos”, concluyó.

Los encuentros


En su mensaje, Obama se refirió a la celebración de tres reuniones en las tres últimas semanas con representantes de la sociedad civil, donde lanzó una campaña nacional para convencer al Congreso a que debata y apruebe la reforma migratoria comprensiva.

“Es necesario que pongamos la política de lado. Y si lo hacemos, estoy seguro de que podemos encontrar terreno común. En esto, Washington respalda la opinión mayoritaria en el país. Ya existe una coalición cada vez más numerosa de líderes en todo Estados Unidos que no siempre concuerda, pero que está llegando a un consenso con respecto a este tema. Ven las nocivas consecuencias de las fallas del sistema para sus empresas y comunidades. Comprenden los motivos por lo que es necesario hacer algo al respecto”, dijo.

Entre los asistentes a las reuniones convocadas y celebradas en la Casa Blanca se cuentan, entre otros, empresarios,  funcionarios y ex funcionarios, legisladores, sindicalistas, activistas por los derechos de los inmigrantes, actores de cine, presentadores de televisión y educadores, quienes le han presentado al Presidente sus puntos sobre cómo debería ser la reforma migratoria, además de solicitar al gobierno un freno a su política de deportaciones en espera que el Congreso tome una decisión al respecto.

La reforma de Obama

En cuanto a cómo debería ser la reforma migratoria, Obama dijo que en primer lugar el gobierno seguirá ejerciendo su responsabilidad de resguardar las fronteras y velar por el cumplimiento de la ley, y “en segundo lugar se debe hacer que las empresas que explotan a trabajadores indocumentados rindan cuentas por sus actos”.

“En tercer lugar, quienes están aquí ilegalmente también tienen una responsabilidad. Deben admitir que trasgredieron las leyes y además deben pagar impuestos y una multa, y aprender inglés. Y deben someterse a una investigación de antecedentes penales y un largo proceso antes de poder ponerse en fila para la legalización.”, explicó.

“Y en cuarto lugar, poner fin a la inmigración ilegal también requiere reformar nuestra anacrónica ley de inmigración legal”, dijo.

Al término de su mensaje, Obama insistió el involucramiento de todos los sectores en el debate por la reforma migratoria y anunció que habrá nuevas reuniones con más sectores representativos, todo ello en la búsqueda de un amplio consenso.

“Les pido que sumen sus voces a este debate”, apuntó e invitó a la población a opinar en la página digital de la Casa Blanca.

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